El abridor de los Pirates finalizó la campaña con 1.97 de efectividad tras seis innings en blanco ante los Reds; se convierte en el primer abridor de Pittsburgh en la Era Live Ball con ERA sub-2.00 y estableció un récord franquicia de 216 ponches para pitchers derechos.
Paul Skenes llegó al Great American Ball Park con la oportunidad de hacer historia, y no la dejó escapar. El as de los Pirates lanzó seis entradas en blanco con siete ponches ante los Reds, cerrando su segunda temporada en MLB con una efectividad de 1.97, la primera vez que un abridor de Pittsburgh registra una ERA por debajo de 2.00 en la Live Ball Era.
El derecho necesitaba al menos 3 1/3 innings sin permitir carreras para asegurar la marca, y tras dominar el cuarto episodio, lo consiguió. En lugar de dejarlo ahí, se quedó dos entradas más, ayudando a un bullpen necesitado en lo que acabó siendo una victoria de 4-3 en 11 episodios para Pittsburgh.
Con este registro, Skenes se une a un grupo de élite: es apenas el cuarto lanzador desde 1920 con una ERA sub-2.00 a los 23 años o menos, junto a leyendas como Dwight Gooden (1985), Vida Blue (1971) y Dean Chance (1964). Además, fijó un récord de franquicia para pitchers derechos con 216 ponches, superando la marca previa de Mitch Keller (210).
Aunque bromeó con que su efectividad fue “una centésima peor que la de su año de novato” (1.96), Skenes subrayó que su prioridad siempre fue competir y ayudar a su equipo a ganar. Lo logró, y sus compañeros lo tienen claro: “Es el mejor del mundo”, dijo Spencer Horwitz.
